Entrega UdeG Doctorado Honoris Causa a Manuel Castells Oliván
Además de las múltiples contribuciones en el ámbito social, y las claves para entender el proceso de transformación estructural de la sociedad actual, que ha hecho el doctor Manuel Castells Oliván (España, 1942) en su vasta obra, el Rector General de la Universidad de Guadalajara, maestro Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, destacó su visión humanista y su compromiso universitario, que lo ha hecho ser un “generoso formador de varias generaciones desde hace cuatro décadas”; al entregarle esta tarde el Doctorado Honoris Causa en el paraninfo Enrique Díaz de León.
“Manuel Castells, más allá de su imponente obra es, ante todo, un humanista –dijo el Rector–. Entre muchas otras lecciones teóricas y empíricas, usted nos han enseñado que, como investigadores, no debemos ser ni optimistas ni pesimistas, sino enfocarnos en la observación rigurosa de la realidad. Permítanos manifestar nuestro optimismo sobre el hecho de que su obra ha contribuido, y sigue contribuyendo, a la construcción de un mundo y una sociedad con mejores condiciones y nuevas posibilidades para vivir”.
Bravo Padilla también apuntó que, a pesar de haber vivido la represión y el exilio franquistas, la expulsión del gobierno francés a partir del movimiento del 68 y la experiencia de los gobiernos totalitarios en Chile y Brasil, su trabajo intelectual “es el resultado de su experiencia con sistemas autoritarios y represores que intentaron regular su pensamiento y su actuar. De estas vivencias Castells concluye que el cambio social es el movimiento de la indignación y de la condena contra la marginación y la barbarie”.
El Rector General resaltó que el homenajeado “sea un convencido del papel de las universidades en la sociedad-red y en el contexto social, económico y político actual. Por ello, nos sentimos orgullosos de que se defina, ante todo, como un universitario, y que conciba a la universidad como un espacio de creación y libertad y, en un plano más íntimo, la considere su vida, su profesión, su entusiasmo, su dedicación y, más que nada, su identidad”.
Tras recibir su distinción, el sociólogo español expresó su emoción por el reconocimiento, que viene de una “Universidad de larga tradición y en la que tuve la fortuna de estar cuando participé en la cátedra Cortázar hace diez años. Seguiré manteniendo las altas exigencias científicas y éticas que ustedes representan y de la cual desde ahora formo parte. Los llevo en mi corazón, en mi mente y en mi memoria. Me llama la atención que mencionen mi labor como profesor, que es lo que más me gusta”.
Con base en su amplia experiencia en la sociología urbana, Castells Oliván habló sobre cómo el poder ha permeado a las sociedades desde tiempos inmemoriales. Y mencionó que si antes el poder lo ostentaba el Estado mediante la fuerza física, el poder sobre las mentes, el de la persuasión, de construir un imaginario, “ese es un poder mucho más efectivo y eficiente: moldear las mentes antes que torturar los cuerpos”.
“Entonces el internet aparece. Y quienes lo hicieron, lo pensaron desde una arquitectura de la libertad –abundó Castells Oliván–. Y ahora todos los gobiernos están asustados, porque no saben cómo controlarlo. Y como ahora todo funciona con internet y es el instrumento principal de infraestructura de nuestra sociedad, resulta que los gobiernos pueden vigilar, pero ya no castigar. Por primera vez en la historia se puede comunicar a nivel masivo. Las relaciones de poder han cambiado. Y si a nuestras mentes solo llegan ciertos mensajes hay control, pero cuando se abre esa opción, entonces, somos libres”.
En el presidium estuvieron además el Rector del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, doctor Héctor Raúl Solís Gadea, a quien le correspondió leer la biografía del homenajeado; el Vicerrector Ejecutivo de la UdeG, doctor Miguel Ángel Navarro Navarro; el Secretario General, Alfredo Peña Ramos y el director general del CONACYT, Enrique Cabrero Mendoza.