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Auténtico desastre educación en México: Andrés Fábregas Puig

Sinopsis: 
El Rector General de la UdeG, maestro Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, inauguró el X Encuentro de Humanistas

“No necesitamos una reforma educativa, necesitamos olvidarnos del desastre actual. El Estado es muy hábil y nos pone a discutir algo que no tiene remedio, porque la educación en México es un auténtico desastre”, señaló el antropólogo y ex Rector de la Universidad Intercultural de Chiapas, Andrés Fábregas Puig, durante el X Encuentro de Humanistas, en el marco de la 27 edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, inaugurado por el Rector General de la UdeG, maestro Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla.

 

Moderados por el Vicerrector Ejecutivo de la UdeG, doctor Miguel Ángel Navarro Navarro, y en el que también estuvieron el activista social y defensor de los derechos humanos, Javier Sicilia y el analista Luis Porter Galetar, y cuya pregunta central fue “¿Cuál es la reforma educativa que requiere el país?”; Fábregas Puig señaló que hay dos problemas en México con los que se puede entender muy bien la situación educativa: la desigualdad que produce exclusión social y el discurso desde el poder de la aculturización de todos los mexicanos.

 

“Cada vez tenemos más pobres en el país –agregó Puig–. Somos 117 millones de habitantes, pero solo once personas concentran toda la riqueza del país. De los dos mil 400 municipios que hay en el país, mil viven en pobreza extrema, es decir, 75 por ciento, y el resto no son pobres extremos porque comen una tortilla más. En Chiapas hay escuelas sin pizarrones ni baños, donde los profesores dan clases bajo los árboles, y los niños están desnutridos ¿Qué sistema mexicano de educación podemos hacer?”.

 

“Otro problema es la diversidad cultural en México y cuya educación fue pensada para hacer una aculturación inducida. Los indígenas son para el Estado un estorbo. Hay 20 millones de indígenas excluidos. Con esa idea de que los indígenas no aportan a nuestro país, el sistema educativo mexicano les prohíbe a los niños hablar una de las once familias lingüísticas y las 300 variantes que hay en México. Hicieron una simulación y crearon la dizque escuela bilingüe e intercultural, y lo único que hacen es castellanizar”, concluyó Puig.

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